Lewis Hamilton en Ferrari: entre el mito y la realidad de un cambio subestimado, según Fred Vasseur
Fred Vasseur admite que Ferrari subestimó la adaptación de Hamilton y lo compara con Sainz, destacando los desafíos del británico con el SF-25.
Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, atraviesa una de las etapas más complejas de su carrera profesional tras su esperado paso a la Scuderia Ferrari. El equipo italiano y el propio piloto británico, según declaraciones recientes de Frédéric Vasseur —jefe del equipo de Maranello—, habrían subestimado las dificultades inherentes a su integración con la legendaria escudería roja.
La temporada 2025 de Fórmula 1 ha estado marcada por la irregularidad de varios pilotos, pero lo que más ha llamado la atención ha sido la notable falta de protagonismo de Lewis Hamilton, quien tras 14 Grandes Premios aún no ha logrado subir al podio. Esta estadística, impensada años atrás cuando dominaba la categoría con Mercedes, ha generado múltiples teorías y especulaciones sobre las causas de su bajo rendimiento actual.
Durante el último parón veraniego de la temporada, con el Gran Premio de los Países Bajos a la vista como inicio de la segunda mitad del campeonato, Vasseur brindó una entrevista al medio especializado Auto Motor und Sport, donde abordó de manera profunda y sincera la situación que atraviesa el heptacampeón británico dentro del equipo Ferrari.
"Cuando llegó a Ferrari, ingenuamente pensamos que lo tendría todo bajo control. Pero no es como Carlos Sainz, que cambia de equipo cada pocos años y está familiarizado con este proceso. Lewis necesitó cuatro o cinco carreras para cogerle el truco", afirmó el dirigente francés con tono reflexivo.
Este comentario no solo pone en evidencia las diferencias de adaptación entre Hamilton y otros pilotos como el español Carlos Sainz —quien ha demostrado una rápida capacidad de integración en cada cambio de escudería—, sino que también sugiere que la experiencia acumulada de Lewis en Mercedes no le garantizaba una transición inmediata ni fluida hacia Ferrari.
El SF-25: una máquina compleja y temperamental
El Ferrari SF-25 no ha sido precisamente un coche fácil de conducir. Su rendimiento irregular, especialmente en clasificación, ha sido objeto de crítica y análisis dentro del paddock. En el último Gran Premio de Hungría, Hamilton quedó eliminado en la Q2, apenas 15 milésimas por detrás del corte. Esta eliminación fue motivo de frustración para el británico, quien se autodenominó "inútil" tras no pasar a la siguiente ronda.
"Ha tenido mala suerte últimamente. En Budapest estaba por delante de Charles [Leclerc] en la Q1 y en la Q2 fue solo una décima más lento. Estuvo a 15 milésimas de pasar a la siguiente ronda. Al final, uno es primero y el otro duodécimo", explicó Vasseur, refiriéndose a la mínima diferencia entre ambos pilotos, que terminó significando un mundo en la grilla de salida.
Más allá del análisis técnico, Vasseur también apuntó al estilo personal de Hamilton, reconociendo su fuerte nivel de autoexigencia, una característica que puede volverse un arma de doble filo dentro de una estructura como la de Ferrari.
"Lewis es muy autocrítico. Siempre exagera mucho en sus juicios. A veces es demasiado duro con el coche, a veces consigo mismo. Quiere sacar el máximo provecho de sí mismo y de todos en el equipo. Así que tenemos que calmarlo", agregó el directivo.
Comunicación interna: una doble vía de presión
Uno de los desafíos más importantes que enfrenta Ferrari no es únicamente de carácter técnico, sino también emocional y comunicacional. Vasseur reconoció que los mensajes emitidos por Hamilton durante las radios en plena clasificación, como sucedió en el GP de Hungría, pueden tener un efecto contraproducente.
"Su mensaje al final de la 'qualy' en Hungría solo empeora las cosas. A veces, Hamilton exagera los problemas que ve en su coche. El equipo, obviamente, quiere reaccionar y todos se vuelcan en este problema", explicó.
Este fenómeno no es nuevo en la Fórmula 1: los pilotos transmiten a sus ingenieros la sensación inmediata del monoplaza, y en muchos casos estas reacciones pueden generar una reacción técnica precipitada o incluso desviar la atención de problemas estructurales reales.
Un legado en pausa
El fichaje de Hamilton por Ferrari fue uno de los bombazos del mercado de pilotos en los últimos años. Las expectativas, tanto dentro como fuera del equipo, eran enormes. Se trataba de un matrimonio entre dos leyendas del automovilismo: la escudería más emblemática de la historia y el piloto más laureado en actividad.
Sin embargo, al menos hasta el momento, la unión no ha dado los frutos esperados. Lewis no ha encontrado la confianza ni la consistencia necesaria para desplegar su mejor versión. La adaptación cultural, técnica y emocional está siendo más compleja de lo previsto.
"No se trata solo de entender el coche. Es también conocer a las personas, la forma de trabajar, cómo se toman las decisiones. Todo eso requiere tiempo", comentó recientemente un ingeniero del equipo que pidió mantener el anonimato.
Carlos Sainz: el contrapunto perfecto
Las declaraciones de Vasseur al comparar a Hamilton con Sainz no pasaron desapercibidas. El piloto español, a pesar de no tener un palmarés similar al del británico, ha sabido consolidarse como un piloto adaptativo, que rápidamente entiende el funcionamiento interno de cada equipo por el que ha pasado.
Su facilidad para adaptarse a nuevos entornos ha sido uno de los puntos más valorados por sus jefes de equipo en McLaren, Renault, Toro Rosso y ahora Ferrari. Y aunque su futuro con la escudería italiana es incierto más allá de 2025, su perfil ha servido como ejemplo para explicar las dificultades de Hamilton.
Lo que viene: la presión del tiempo
Con el calendario avanzando y los puntos cada vez más disputados, Hamilton y Ferrari enfrentan una presión creciente. El piloto británico tiene claro que su tiempo en la F1 es limitado, y este desafío con Ferrari podría ser su última gran oportunidad para conquistar un octavo título.
Vasseur, por su parte, ha optado por una visión más serena y estratégica. Entiende que los cambios llevan tiempo, pero también reconoce que en Ferrari la paciencia tiene límites.
"Sabemos que Lewis es un campeón. No tengo dudas de que encontraremos el camino. Pero debemos hacerlo rápido", cerró.
Epílogo: ¿un nuevo comienzo tras el parón?
Con el Gran Premio de los Países Bajos marcando el regreso de la acción tras el parón veraniego, las miradas estarán puestas en cómo evoluciona la relación entre Hamilton y Ferrari. La segunda mitad de la temporada será clave no solo para definir el campeonato, sino para evaluar si este ambicioso proyecto puede o no consolidarse.
La historia de Lewis Hamilton en Ferrari aún está escribiéndose. Y como en toda novela de Fórmula 1, todo puede cambiar en un fin de semana.
Agradecemos a MARCA, cuya visión y compromiso con el automovilismo internacional inspiraron a nuestro equipo editorial a desarrollar esta nueva pieza informativa para todos los amantes del deporte motor.